Feria Internacional de Turismo Cultural de Málaga

La cuarta edición de la Feria Internacional de Turismo Cultural de Málaga, que se celebrará en el Palacio de Ferias y Congresos de la ciudad entre el 20 y el 23 de septiembre, contará con más de 140 destinos y empresas internacionales -un 40 por ciento más que el año pasado- de una decena de países.

El certamen pretende convertirse en un referente a nivel nacional del denominado turismo cultural, que comienza a erigirse como un segmento cada vez más rentable. Los viajeros ya no sólo buscan sol y playa sino que, de forma cada vez más frecuente, abandonan temporalmente sus lugares de origen en busca de una oferta relacionada con la cultura. Así, los festivales de música y danza, la arqueología, el arte, las rutas de vino y los eventos deportivos se convierten en el principal motivo para desplazarse.

La feria incluye la celebración de dos talleres de trabajo sobre turismo cultural e idiomático en los que estarán presentes más de un centenar de agentes internacionales interesados en la compra de productos culturales españoles, además de conferencias dirigidas a profesionales y la oferta de los destinos participantes dirigida al público general.

Además, el certamen pretende ser una oportunidad para impulsar la candidatura de Málaga a la Capitalidad Cultural de 2016.

El acto de presentación de la Feria estuvo presidido por Jerónimo Pérez Casero, responsable de la Cámara de Comercio de Málaga, que estuvo acompañado entre otros por el concejal de Turismo del Ayuntamiento de Málaga, Elías Bendodo; el delegado provincial de Turismo, José Cosme, el presidente del Patronato de Turismo, Juan Fraile y los responsables de Cultura del Consistorio y la Junta de Andalucía, Miguel Briones y Francisco López, respectivamente.

Durante la presentación de la feria turística Fraile confirmó que la Costa del Sol cerrará "muy bien el verano", con una ocupación media de los hoteles superior al 80 por ciento en septiembre.

En su opinión, las buenas perspectivas para septiembre se enmarcan en los cambios en los hábitos de los turistas, que optan por un mes en el que suele haber menos masificación.